Robert Prevost, elegido como Sumo Pontífice, tiene un estrecho vínculo con la Argentina y América Latina. El vínculo desde el seminario con el monseñor Alberto Bochatey y su paso por La Plata.
“Yo fui el culpable de que viniera a la Argentina”, recuerda monseñor Alberto Bochatey al evocar el 9 de marzo de 2013, día de su ordenación como obispo auxiliar de La Plata. Entre los invitados y cocelebrantes estuvo Robert Prevost, entonces Prior General de la Orden de San Agustín (máxima autoridad), cargo que ejercía desde 2001, con residencia en Perú. La misa fue en la iglesia San Agustín en Palermo.
Aquella visita, que no sería la única, incluyó su participación en la ceremonia en la catedral platense y una misa en el colegio San Agustín, ubicado en Las Heras y Austria, en la ciudad de Buenos Aires, donde ofició junto a Bochatey. Estos episodios marcan el vínculo directo del flamante papa León XIV con la Iglesia argentina y reflejan una conexión profunda con América Latina que antecede a su elección como pontífice.

El obispo Bochatey, también agustino, estudió junto a Prevost en Roma, y lo describe como “un hermano” dentro de la orden. “Hasta hace poco, cuando terminaba de trabajar en el Vaticano, comía en la comunidad agustina y hasta ayudaba a levantar la mesa”, relató a Cadena 3, dando cuenta de su rasgo humildes, una similitud que coincide con Francisco.