Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el papa recién electo ofreció dar continuidad al legado de Francisco. Ataviado con la muceta roja papal, saludó en español, oró a la Virgen María y concedió la bendición Urbi et Orbi a los presentes en la Ciudad del Vaticano y al mundo.
Habemus Papam. La fumata blanca marcaba a las 18.08 de esta tarde de 8 de abril la elección de León XIV – de nombre secular Robert Francis Prevost Martínez – como Pontífice número 267 tras la tercera votación del día. Este cónclave ha sido breve (aunque no el que más), con una duración de apenas dos días, y ha terminado con el primer papa norteamericano de la historia de la institución. Más de 40.000 personas celebraron con una gran ovación el consenso, que también ha sido recibido con felicitaciones de varios dirigentes políticos de todo el mundo.