El equipo cervecero entregó todo, pero no pudo con Nueva Chicago, que lo venció 1 a 0 en el estadio República de Mataderos.
Con esta derrota, el equipo dirigido por Sergio Rondina quedó eliminado del torneo reducido por el segundo ascenso a la Primera División, cerrando de manera amarga su participación en la temporada.
El Cervecero salió al campo con actitud y mostró superioridad en el primer tiempo. Desde el arranque, los de Rondina manejaron la pelota e intentaron generar peligro en el área rival, aunque sin lograr convertir. Con intensidad y buenas combinaciones, el equipo quilmeño dejó en claro que estaba obligado a ganar para mantener vivas sus esperanzas de ascenso.
Sin embargo, el complemento fue un golpe de realidad. Apenas a los dos minutos del segundo tiempo, Nueva Chicago aprovechó y marcó el único gol del partido. Quilmes quedó obligado a reaccionar rápidamente, pero las circunstancias se complicaron aún más con la expulsión de dos jugadores, lo que dejó al equipo con nueve hombres en el tramo final.
A partir de allí, el conjunto local controló el desarrollo y supo neutralizar cualquier intento de Quilmes por igualar. Pese a los intentos desesperados, el Cervecero no encontró los caminos para empatar y se despidió del sueño de volver a la máxima categoría del fútbol argentino.