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Axel Kicillof reunió a 44 intendentes bonaerenses alineados con su gestión para definir la estrategia electoral tras convocar a comicios anticipados en la provincia para el 7 de septiembre. El mensaje fue claro: respaldo total al gobernador y advertencia directa al kirchnerismo duro.
Los alcaldes del conurbano propusieron incluso postularse como candidatos testimoniales si Cristina Kirchner insiste en competir en las primarias. “Si Cristina va como candidata testimonial, nosotros también lo haremos”, lanzó Mario Secco (Ensenada), en una muestra de disciplina con Kicillof y de desafío a La Cámpora. El conflicto interno crece ante la posibilidad de que se suspendan las PASO, tema que será debatido la próxima semana en la Legislatura. Mientras algunos intendentes, como Lucas Ghi (Morón), sostienen la necesidad de primarias, la mayoría de los presentes en La Plata avala su eliminación.
Kicillof, por su parte, busca evitar una fractura total y llamó a trabajar por la unidad del peronismo. “El enemigo es Milei”, fue el mensaje transmitido desde su entorno. Pero el trasfondo es otro: el intento de consolidar al gobernador como líder del peronismo bonaerense de cara a 2027 y marcarle la cancha al cristinismo, que aún pugna por imponer su estrategia a través de la Legislatura.
La reunión también buscó mostrar músculo político frente al cónclave previo que Cristina Kirchner mantuvo con intendentes afines.
